Hoy hemos vivido una jornada intensa y fascinante, donde la ciencia, la historia y el medioambiente se han entrelazado en Uppsala.
Tras desayunar temprano, Eva nos acompañó al Museo de Historia de la Medicina, ubicado en un antiguo hospital psiquiátrico. Allí Frank, voluntario de la Universidad, nos mostró una singular colección de instrumentos médicos antiguos como: prótesis de cadera o rodilla, instrumental quirúrgico para amputaciones, mesa de quirófano, microscopios del siglo XIX o un antiguo aparato de radioscopia entre otros muchos.
En la planta superior, conocimos el funcionamiento del hospital en el pasado. Hasta 1959 todo el personal era masculino, ya que se requería gran fuerza física para manejar el tipo de pacientes ingresados. Si un paciente se escapaba, los trabajadores debían asumir los costes de la búsqueda.
Después nos dirigimos a la Universidad de Ciencias Agrícolas de Suecia (SLU). Sara, directora de comunicación de la SLU, nos presentó esta institución con campus en Umeå, Alnarp y una sede principal en Uppsala. Con 4.000 estudiantes y más de 500 doctorandos, su actividad se centra en un 70% en investigación, especialmente en sostenibilidad y evaluación medioambiental.
Terminamos el día en el laboratorio de análisis del agua, donde Isabel nos explicó líneas de investigación centradas en la evolución de las diatomeas. Este departamento lleva más de 60 años estudiando los cambios en la calidad del agua y asesora al gobierno sueco en políticas medioambientales.
Con la medicina del pasado y los retos ambientales del presente, Uppsala nos ha regalado hoy una valiosa lección: la ciencia avanza cuando aprendemos del ayer para mejorar el mañana.
Seguimos este viaje con la mente abierta, la mochila llena de ideas y muchas ganas de más.






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